martes, 25 de enero de 2011

Productividad con Calidad, una Estrategia Vital a Largo Plazo

El nuevo ritmo, la apertura y la competencia mundial sólo pueden ser enfrentadas por organizaciones que incorporen una vida laboral fundamentada en La Productividad con Calidad, la cual exige laborar con personas valiosas ejecutando procesos bien definidos dentro de políticas claras, que en conjunto permitan mantener alta calidad certificada o lo que denomino Productividad con Calidad.

La Productividad con Calidad, incluye calidad de vida, de trabajo, de personas, de objetivos, de procesos y en general de todos los componentes empresariales.

La Productividad con Calidad, es utilidad, rentabilidad, expansión, disciplina, deseos, conocimiento experticia... que colectivamente producen el éxito empresarial.

La Productividad con Calidad, no es la meta, es el requisito para no rezagarse y salir del mercado.

La Productividad con Calidad, no hay cabida para los empleados mediocres, para las personas con poco conocimiento o para quienes no mantienen el interés por el cliente y sus necesidades.

La Productividad con Calidad, no hay espacio para procesos mal estructurados, operaciones mal diseñadas o para políticas anacrónicas.

La Productividad con Calidad, se debe entender como la oportunidad de asumir con responsabilidad y sin evasivas los posibles errores o defectos del sistema, adentrándose en todo el esquema organizacional, para emprender acciones de prevención sistemática.

La Productividad con Calidad, no otorga soluciones inmediatas, sin embargo la disciplina se acompaña de buenos resultados.

La Productividad con Calidad, es una filosofía de vida que se desarrolla día a día, dándole lo mejor al cliente, que se inicia quizá con una certificación y se mantiene con la satisfacción plena del cliente quien la reconoce, la siente, la ve, la experimenta.

¿Cómo pueden las empresas alcanzar La Productividad con Calidad?

Para empezar deben ser entrenadas por una empresa especializada que reúna el profesionalismo y experticia, propios de un proveedor crítico y no como podría ocurrir con compras de bajo impacto en las cuales puede optarse por la oferta más económica, es decir, contratar servicios de consultoría sin meditarlo a fondo es tan peligroso como adquirir materia prima defectuosa o de dudosa calidad.

Por lo tanto antes de elegir a una consultora, la empresa que desee o necesite contratar servicios de entrenamiento, capacitación, formación, transformación o educación empresarial, debe investigarle su experiencia pues ella facilitará el desarrollo de la responsabilidad conjunta necesaria para un resultado de impacto.

Los siguientes son quizá los principios básicos universales que deberá tener en cuenta antes de su importante decisión:


Interpretación y valoración de la empresa consultora en resultados anteriores.

Aspectos éticos, legales, culturales y espirituales.

Sus políticas y procesos de aprendizaje previo y sus alternativas de formación especializada para crear modelos consultivos flexibles y consistentes.

Aplicaciones tecnológicas, ayudas metodológicas y estrategias de enseñanza.

Nivel profesional, formación práctica y preparación especializada para satisfacer los desafíos de la consultoría y la educación organizacional.

Su contribución a través de procesos tales como investigación y desarrollo.

Su Sistema de Gestión de Calidad y su alcance acorde con su objeto social y servicio ofrecido.


Los anteriores son los aspectos mínimos que debe satisfacer una empresa consultora o capacitadora que reitero debe ser considerada como un proveedor crítico pues atiende necesidades serias, especiales, especificas...

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